El coaching emocional es una de las diferentes ramas dentro de esta disciplina y se centra concretamente en la gestión de las emociones y la superación de creencias limitantes. Si nunca habías oído hablar de él, ¡te contamos en qué consiste!
Qué es el coaching emocional
Aunque el coaching lleva décadas utilizándose en diferentes ámbitos, ha sido en los últimos años cuando ha experimentado su auge. Las ramas que mayor popularidad han alcanzado son la del coaching profesional y el coaching deportivo, de ahí que tendamos a relacionar a esta disciplina con la consecución de objetivos y un aumento de la productividad.
Sin embargo, no solo se trata de mejorar el rendimiento de manera directa, y así lo demuestra el coaching emocional. A través de una serie de técnicas, el cliente aprende a lidiar con aquellas emociones que le causan dolor y que le resultan difíciles de asimilar. Pero además, se trabajan las creencias que limitan el propio potencial de la persona y los bloqueos emocionales. De este modo, se logra alcanzar una estabilidad mental y modificar el punto de vista de los acontecimientos que tienen lugar.
Así, el coaching emocional podría definirse como una metodología que potencia el desarrollo personal, de manera que pueda proyectarse la mejor versión de una persona y descubrir todos aquellos talentos que se encuentran ocultos. Pero para ello, es necesario caminar el sendero del autoconocimiento.
Con la ayuda del coach, el cliente encuentra una guía hacia quienes desean ser y los objetivos que desean alcanzar. Una vez que se conocen las metas, el proceso consiste en modificar la conducta, las creencias y los diferentes prejuicios que se hayan ido adquiriendo a lo largo de la vida. Como por ejemplo, los miedos, las dudas o las inseguridades. La figura del coach será la que se encargue de identificarlos y analizarlos, así como de ofrecer herramientas para su modificación.
Cómo funciona el coaching emocional
El coaching emocional se sirve de una serie de técnicas, que son las que permiten al cliente examinar todas las creencias aprendidas y poder reflexionar sobre ellas. La conciencia de las propias emociones es siempre el primer paso para poder modificarlas. Al entender de dónde nos vienen y la repercusión que tienen en nuestro día, estamos en posición de poder controlarlas y tomar una ruta alternativa.
Estas técnicas son diversas y no todas funcionan de igual modo en cada persona. Por eso, otra de las labores del coach emocional es descubrir cuál de todas es la que mejores resultados le puede ofrecer a su cliente. Algunas de las más utilizadas son las que te dejamos a continuación.
Interrogatorio
Hemos mencionado que las creencias que arrastramos, generalmente desde la infancia, son uno de los mayores limitantes en la vida adulta. Cuando estas dominan distintos aspectos de nuestra vida y nos impiden progresar, llega el momento de replanteárselas.
Así, mediante la técnica del interrogatorio el coach emocional comienza a hacer preguntas al cliente. La más común es la de “por qué”. El resultado es que, con más frecuencia de la que nos gustaría, nos encontramos con pensamientos, certezas e incluso objetivos en nuestra vida que ni siquiera hemos llegado a cuestionar. Nos limitamos a dejarnos llevar por lo que aprendemos sin pararnos a reflexionar qué hay de cierto en ello o si es algo que realmente deseamos para nosotros.
Anclaje emocional
El anclaje emocional es otra de las técnicas que suelen utilizarse. Pero en este caso, la finalidad no es cuestionarse los pensamientos, sino aprender a modificar los actuales para que ocupen su lugar otros que tengan un enfoque más positivo.
¿Te ha sucedido alguna vez que un aroma o una canción te transporta a tu infancia y una sonrisa se dibuja en tu cara? Algo similar es lo que se consigue con esta técnica, que busca crear asociaciones positivas. Cuando los pensamientos negativos o limitantes nos asaltan o nuestro estado de ánimo no nos acompaña, podemos crear estas referencias que nos ayuden a reprogramar el pensamiento.
La rueda de la vida personal
La rueda de la vida personal es otra técnica del coaching emocional que permite al cliente o coachee valorar su situación, tanto en el plano laboral como en el de la familia, la salud o las amistades, entre muchos otros.
Se trata de identificar con puntuaciones del uno al diez los pilares fundamentales en la vida de esa persona. Una vez que se conocen las prioridades, la siguiente cuestión es dar puntuaciones a la satisfacción que se siente con respecto a cada uno de esos pilares.
Estas puntuaciones se colocarán en una circunferencia, donde el cero es el centro y el número diez la parte más externa. Cuando se colocan los pilares, el resultado no es una rueda perfecta, sino que se forman dientes cuando las puntuaciones son bajas. A partir de ahí, el coach lanza cuestiones para poder mejorar cada uno de esos aspectos, de forma que es el propio cliente el que va dando con nuevos caminos o soluciones.
Por qué convertirte en un coach emocional
El papel que toma un coach es el de desarrollar todo el potencial de su cliente, así como aumentar su rendimiento en cualquier aspecto de su vida. Es decir, ayudarles a superar sus propias limitaciones para que se conviertan en quienes realmente desean ser.
Si sientes que tu vocación es ayudar a otras personas a que puedan sacar lo mejor de sí mismas, el coaching emocional puede convertirse en una salida profesional para ti. La resolución de los conflictos y la búsqueda de soluciones son habilidades que no todo el mundo posee, y el papel del coach es el de guiar a lo largo de ese camino para que el cliente pueda volver a tomar el control de su vida.
Pero para poder convertirte en un profesional cualificado, es importante recibir una formación de calidad que te permita obtener todos los conocimientos teóricos y prácticos necesarios. En la Escuela de Coaching trabajamos con distintas instituciones para ofrecerte una formación acreditada y homologada. Si quieres conocer más sobre el coaching emocional, ¡contacta con nosotros!
